Blogia
LETRAS HUECAS

SE QUEDAN CONMIGO

Cuando te fuiste pensé que te llevarías contigo mis palabras, dichos, refranes, canturreos, susurros y secretos. Pensé que me quedaría muda, ciega y sorda. Peor aún, pensé que me quedaría cuerda.

Pero anoche, cuando la luz de quienes me cuidan se colaba bajo la puerta entendí que en realidad no es que te hubieses llevado todo, sino justamente lo contrario: habías dejado todas mis palabras por ahí, dispersadas por la alfombra, como un rompecabezas esperando ser armado.

Más por curiosidad que por ganas, me levanté de la cama y busqué bajo el sillón una caja nueva de piezas y las lancé al techo para ver qué pasaría con ellas. Chocaron unos contra otras, se perdieron en el aire por un instante y cayeron al suelo. Unos cuantos golpes en los bordes y un poco de dolor en el centro pero, en contra de lo que yo pensaba, siguen vivas y deseosas de armar textos.

Así que, desde entonces hasta no sé cuándo, te escribiré cada tres décadas o dos minutos, te desescribiré nunca o para siempre, te amaré y desarmaré, haré de ti y de mi, playa o mar.

Llévate lo demás. No importa. Mi locura y mis letras se quedan conmigo.

2 comentarios

Letras Huecas -

Por suerte o por desgracia para vosotros, parece que, pese al parón involuntario de blog (reclamaciones, a blogia, yo no tuve nada que ver), voy a seguir una temporadita dando guerra.

Otro beso para tí.

Un lector -

Por suerte para nosotros.

Un beso.