ÉL
Entró en mi vida y la marcó para siempre, irrumpió como un huracán, sin avisar. Me pilló desprevenida. Fue algo breve, intenso.
Odio el dolor, me da miedo, lo rehúyo y entonces no vivo. Elegí no sentir nada. Disimular es un arte que aprendí muy bien, enroscarme en otras personalidades y no dejar salir la mía. Borrar todos mis sentimientos. No quise perdonar, no fui capaz. Y no pude exigir que me perdonaran.
Ha pasado el tiempo y sigo buscándole, sueño que nos encontramos por casualidad, tropezamos en una esquina de la ciudad, cruzando la calle, en un semáforo, en el instante que cambia de color.
Mil situaciones y ninguna real, todas soñadas, inverosímiles. Él ha estado aquí, desde siempre, y se ha ido, para siempre.
4 comentarios
Un lector -
Es posible que muchos de tus escritos reflejen sentimientos que yo he sentido, tan solo eso, debe mostrar la proximidad.
Letras Huecas -
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Lector... no sé qué decirte. ME intrigan tus comentarios, tengo la sensación de que te conozco... o mejor dicho, de que me conoces... ¿podría ser?
un lector -
Y si él te llega de nuevo, aprovechate de ese de momento, con la convicción clara que nada es para siempre.
melisande -
Ánimo que todo pasa, un besote