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LETRAS HUECAS

ESTAMOS EN AGOSTO

Cada mañana voy a trabajar por una ciudad desierta, abandonada. Vivo en una zona en la que durante el resto del año hay bastante atasco a la hora punta, pero esta mañana sólo había tres coches y una moto en un semáforo. 

Estamos en agosto: a medida que voy avanzando por la calle de casa al trabajo en cada escaparate veo el típico cartel en el que pone “CERRADO POR VACACIONES”.  

Estamos en agosto: no hay atascos, no se oye un claxon, el teléfono del despacho no ladra, el fax no ruge… Casi se diría que, por un par de semanas el mundo se ha detenido y en Madrid reina la paz y la tranquilidad. 

Entre los que nos quedamos trabajando también hay un ritmo distinto, un ambiente más distendido, más relajado. Quizás se deba, en parte, a que el teléfono no ladra y el fax no ruge. Pero no es sólo una actitud en el trabajo, es general, puedes cruzar la calle aunque esté a punto de ponerse en rojo porque el que, en cualquier otra época del año pegaría un acelerón para llevarte por delante, ahora no tiene prisa y posiblemente piensa: “¡Qué demonios! Estamos en agosto”.

1 comentario

oyecesar -

Y llegará septiembre y todo volvera a la vida de nuevo, como una especie de nuevo pleno rendimiento, y no hará calor, y volveré a sacar el palestino para no pillarme esa tos seca de tuberculoso.